En El hombre rebelde (1951), Albert Camus plantea que el rebelde parte de la certeza de tener en algo la razón y de tener la obligación de -de ahora en adelante- decir no. El rebelde no lo rechaza todo; señala que tiene el derecho a no ser oprimido. En el fondo toda rebelión es una toma de conciencia. Y es desde ese estado de conciencia que el rebelde rechaza la condición de esclavo, ese esclavo que lo aceptaba todo. “Antes morir de pie, que vivir de rodillas”, cita Camus.
La rebelión no es -cosa que a veces no se entiende bien- un movimiento egoísta. “Puede haber sin duda determinaciones egoístas. Pero la rebelión se tanto contra la mentira como contra la opresión”. (p. 20) Y es que la rebelión, señala Camus, está cercana a la solidaridad, es decir, rechaza la opresión propia y la opresión que sufren los otros.
Camus ve, por tanto, en la rebelión un movimiento positivo, que diferencia a la rebelión del resentimiento. El resentimiento no es otra cosa que una especie de auto-intoxicacion, de secreción nefasta. “En las fuentes de la rebelión hay, por el contrario, un principio de actividad superabundante y de energía” (p. 21) La rebelión rechaza la humillación y, por ello, no la pide para los otros.
Es verdad que rebelión y resentimiento andan muy mezclados en el ser humano y se confunden con frecuencia o lo uno parece derivar en lo otro. La diferencia es que el resentimiento parte del odio, la rebelión de la idea de que hay “algo que defender”.
La rebelión no existe cuando la esclavitud es la norma, sino justamente allí en donde se plantea la igualdad. La rebelión parece existir justo allí donde existe una igualdad teórica y unas desigualdades reales muy grandes. Por eso la rebelión va de la mano de la libertad. El problema, como lo apunta Camus, es que la libertad no ha aumentado tanto como la conciencia que tenemos de la libertad.
La libertad real no ha avanzado a la misma velocidad que la idea que tenemos de hombre y dignidad humana. La rebelión es así un acto propio del hombre “informado”, del hombre consciente de su libertad.
Si comparamos civilizaciones anteriores, en el marco de las civilizaciones regidas por lo sagrado, por ejemplo, no hay rebelión. El paria, el esclavo religioso, el prosélito, el adepto fanático no tienen problema, no se rebelan, pues sus dudas se resuelven desde la tradición, desde los designios divinos. Nuestra época es una época “desconsagrada”. Por ello la rebelión es una dimensión esencial de lo humano.
La rebelión nos separa de la sociedades antiguas y define lo que entendemos por civilización. Concluye Camus: “El mal que experimentaba un solo hombre se convierte en una peste colectiva. En nuestra prueba cotidiana la rebelión desempeña el mismo papel del “cogito” en el orden del pensamiento: es la primera evidencia. Pero esta evidencia saca al individuo de su soledad. Es un lazo común que funda en todos los hombres el primer valor. Yo me rebelo, luego nosotros somos.” (p. 26)
Las reflexiones de Camus, después de abordar el sentido de la rebelión en varios aspectos de pensamiento y la existencia, aborda cómo se da la rebelión en el arte, a través de la creación artística y en particular en la novela.
La rebelión a través de la obra de arte
¿De qué manera la obra de arte encarna la rebelión? En la medida en que se opone a la existencia. La obra de arte apunta a la totalidad, a la trascendencia. La vida, por el contrario, atenta contra la unidad, dispersa la experiencia.
El hombre es mortal y la vida niega trascendencia. El arte garantiza un poco de eternidad, un poco de belleza, una dosis de sentido incluso, allí donde todo apunta al olvido.
En oposición al radicalismo socialista de los años 50, que sostenía que la obra de arte debe cumplir una función eminentemente militante y claramente realista (en la pintura, en la novela, en la obra de teatro), de modo que a través de los discursos plásticos y literarios denuncien, movilicen y apoyen la revolución social; en oposición a esta postura, Camus declara abiertamente: “Ningún arte es realista”.
Toda forma artística está encaminada a moldear la realidad: toda pintura obedece -incluso en las formas extremas del arte realista- a una selección, a una mirada, a una perspectiva; a la captación de un instante, de ese instante que el pintor ha elegido. La rebelión de la pintura es, así, contra el totalitarismo de la realidad, contra el totalitarismo que consiste en imponer una sola forma de mirar la realidad.
La escultura no plasma ninguna idea de la totalidad de lo humano, sino “ese gesto” que totaliza la existencia humana y no solo a un hombre sino el espíritu de toda una vida, una época o una cultura.
En el caso de la novela, Camus señala que los relatos novelescos sacan la existencia común de la deriva de la existencia, le aporta sentido, lo saca del absurdo o del sinsentido. No porque de manera explícita declare qué sentido tienen los actos humanos sino porque vincula -narrativamente- un comienzo y un final. Incluso una obra trágica que gire alrededor del absurdo, la obra de arte plasma un sentido, asigna unos roles.
La novela -nos recuerda Camus-, al igual que la rebelión, es un género moderno. En el mundo antiguo no existen novelas. Existen relatos fantásticos -novelescos-, cuentos, relatos orales. La novela da cuenta de una toma de conciencia del hombre individual que tiene la libertad para reflexionar sobre su posición en el universo.
La novela se rebela contra el orden establecido por los dioses; opone así un ejercicio creativo, crea mundo y establece un orden distinto. La novela no se escapa del mundo sino que al contrario muestra apego al mundo, apego a una imagen de cómo podría ser el mundo, no solo a cómo debe ser el mundo.
La novela saca la existencia de su inconclusión. Los personajes de la literatura se ofrecen como tesis sobre la vida, sobre una idea, sobre el mundo; la novela -y las obras de arte en general- ofrece universos más bellos, acabados o a la medida. No se ajusta a la existencia tal como esta se impone, sino que se “rebela”: por eso apuesta por la nostalgia o la rebelión. Su máxima rebelión consiste justamente en “sacar del olvido o del anonimato” lo de que otra manera sería borrado por el paso del tiempo.
Si bien Camus, escribe este tratado en 1951, simultáneamente pintores, dramaturgos y novelistas planteaban sus tesis sobre la rebelión creando un teatro que -alejándose de la idea de divertir a los públicos o de transmitirle sermones o proclamas- apostaba por crear textos de una profunda riqueza simbólica, cargados de ironía, y que no satisfacción ni la moral cómoda de los públicos burgueses, tampoco los intereses del arte socialista.
La pregunta que dejo abierta es de qué manera obras como las que ofrecen Sartre (en A puerta cerrada), Camus (en una obra como Caligula o en El malentendido), Ionesco (en obras como La cantante calva y El Rinoceronte) y Beckett (en Esperando a Godot) responden a un tipo de rebelión. ¿Ofrecen un tipo de rebelión la vasta novela de Proust o Ulises de Joyce. ¿Qué tipo de rebelión pone en escena A puerta cerrada o la extraña fábula de Ionesco, El rinoceronte? ¿A quién esperar cuando no hay nada ya que esperar?

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LA DESESPERACIÓN EN EL TEATRO DE LA REBELIÓN
ResponderEliminarLa frustración, la desconfianza y el sometimiento han hecho del hombre una bomba de tiempo en el cual, como dice el Guasón (mientras es sostenido por Batman de su corbata al borde de un edificio), “para que un hombre pierda la razón solo basta darle un empujón”. De manera sorprendente he encontrado muchos discursos que se igualan a éste, como por ejemplo el caso de E. A. Poe cuando responde a las críticas hechas por sus actos vistos de desbordante locura: “los hombres me han llamado loco; pero no está esclarecida la cuestión de si la locura es o no es lo sublime de la inteligencia”
¿Qué es pues la locura? ¿Qué ha pasado con nosotros en este tiempo para que broten discursos como estos? ¿Podríamos ver en la frustración, desconfianza y sometimiento sucesos cruciales para dar el quiebre y dejar atrás el racionamiento? El desarrollo evolutivo del ser humano comenzó con el instinto, luego la emoción y después el racionamiento… ¿Devendrá de todo esto la locura? ¿Será pues el siglo XXI, el siglo de la locura? Camus logra esbozar en Calígula, su obra teatral, algunas consecuencias del personaje frustrado y poco entendido por los de su tiempo.
Si buscamos a un personaje que quiere lo imposible, que anhela ser distinto entre tanta normalidad ¡encontramos a un Calígula! Un personaje que se enfrenta al mundo y pide un cambio gritándole a los oídos: ¡No más! El problema es que el sistema no permite grietas y estará normalizando constantemente por cualquier medio a quien se atreva a hacerlas.
Camus comprendía lo anterior perfectamente. Él lo demuestra de manera muy concreta en su obra El hombre rebelde. Un hombre rebelde es quien está exhausto de todo lo anterior y dice desesperadamente ¡No más! No más a esta vida sin sentido y esclavizada, no más a frustrar mis necesidades primarias y no más a esta humanidad deshumanizada. El hombre rebelde decide actuar ante ello y está dispuesto a inmolarse ante el sistema para conseguir algún cambio, pero este accionar no es tan a la ligera puesto que él sabe que pone su vida en riesgo para conseguir su meta.
Si el hombre rebelde está consciente de que su actuar le costará la vida y, aun así lo efectúa… ¿no es acaso esto mayor prueba de que el hombre rebelde está loco? Si asimilamos la vida como lo único experimentado y sentido, si no esperamos nada después de la muerte ya que desconocemos con exactitud la veracidad de los discursos metafísicos ¿No estaría el hombre rebelde arriesgando el todo por la causa? ¿Qué acaso esto no es un acto de locura…? Definitivamente sí. El hombre rebelde está loco y su locura deviene de la desesperación causada por la frustración, desconfianza y sometimiento de la época.
El humano ya está harto de su devenir constante, de la monotonía y de soportar tanta frustración. Él quiere decir no, no más a todo. El acto de rebelión es un estado de locura en el cual el humano sale de todo lo que lo encierra y se enfrenta a lo que lo encierra sin importarle perder todo lo que tiene. La locura es lograr traspasar lo establecido y entendido como correcto para enfrentarse ante ello y modificarlo en lo posible.
Sartre, Camus y Ionesco logran plasmar el estado de desesperación de la humanidad e incitan a la locura. Dejan al lector un amargo sabor a absurdo que está rondando por las calles de toda ciudad, muestran los problemas que nos han llevado a estar como estamos, al borde del quiebre mental. La locura es la salvación de todos. Es por medio de ella que la humanidad adquiere valor y se inmola ante lo que la frustra. De esta manera la locura es rebelión para contrarrestar la normalidad.
LA RELACIÒN ENTRE EL TEATRO DEL ABSURDO Y TEATRO EXISTENCIALISTA
ResponderEliminarDiego Hernando Sánchez Bedoya
Código: 20122160118
Tal vez, se puede interpretar el texto dramatúrgico como una expresión de desarraigo del hombre moderno. Lo absurdo no como lo ridículo, pretende demostrar a mi manera de ver el extrañamiento de un público impactado por un teatro distinto, que se separa del teatro burgués desde Camus, Ionesco y Beckett, a partir un pensamiento con rices existencialistas, sobre todo en Albert Camus. La relación entre el teatro del absurdo con el teatro existencialista, cabe una aclaración:
(Los existencialistas) Presentan la irracionalidad de la condición humana, con un razonamiento altamente lúcido y construido con toda lógica, mientras que el Teatro del Absurdo hace lo posible por presentarnos esta misma idea y lo inadecuado de los mecanismos racionales, mediante el abandono sistemático de las convenciones tradicionales y el razonamiento discursivo.
http://repository.javeriana.edu.co/bitstream/10554/6396/1/tesis73.pdf
Las dos formas para la construcción teatral presentan un mecanismo distinto para expresar el mismo sentido del absurdo. En el mito de Sísifo, Camus representa la idea del absurdo como; “Mi razonamiento quiere ser fiel a la evidencia que lo ha estimulado. Esta evidencia es lo absurdo. Es el divorcio entre el espíritu que desea y el mundo que decepciona, mi nostalgia de unidad, el universo disperso y la contradicción que los encadena”.
Entonces lo absurdo es la separación entre la necesidad del hombre para asir su mundo, realidad o experiencia que le resulta inaprehensible. Entonces la existencia es problemática, ya que el absurdo le limita para darse a la búsqueda que siempre será infructuosa porque siempre culminara en la muerte.
Entonces el hombre se encuentra en la contradicción. Rechaza al mundo tal como es, pero no acepta abandonarlo. Lo que implica que el hombre absurdo viviendo con el conocimiento de su impotencia en la vida sin resolverse al suicidio. Que es por último la renuncia a la búsqueda. Este concepto filosófico se expresa como sensibilidad absurda, estando permeada en un siglo de cambios, guerras y de confrontaciones entre la realidad que percibe el hombre y de lo que ella puede ser coherente y aprehensible para él.
Y es así como en la confusión de la vida, los pulsos marcan al hombre en la hora de ser racional en la hora de ver y significar el mundo en que habita, en el que a su pesar le ha sido correspondido. En la obra del hombre rebelde, se puede ver el personaje como alguien que actúa conforme a sus decisiones o que es alguien que obedece el papel que alguien más le designa. La rebelión como tejido nos presenta en comunión la reflexión y la duda para un accionar, y seguido el de cuestionar los mismos estándares que ha modo de ver no son muy bien entendidos siguiendo una lógica. Y es así como el escenario es marcado por el obrar, por el movimiento de la conciencia, de algo que Camus llama la metafísica que corresponde a esa solidaridad humana que es infecunda, y por eso presenta al movimiento de rebelión como algo más que un acto de reivindicación y cito “La diferencia es que el resentimiento parte del odio, la rebelión de la idea de que hay “algo que defender”. Y es por eso que "es necesario que la rebelión extraiga sus razo¬nes de sí misma, pues no puede extraerlas de ninguna otra parte. Es necesario que consienta en examinarse para aprender a condu¬cirse" (p. 16). Y es así que el arte como producción y como entrega puede presentarnos ese examinar de escabullirnos de rebelarse contra lo establecido desde una perspectiva del ejercicio creativo, en donde se pueda alterar y escapar. o escabullir la temporalidad y el espacio. Y es así como la modernidad y lo antiguo nos presentan la visión y ejercen en la conciencia el actuar más allá del de movernos sino del mismo ejercicio de detenernos y ser conscientes. Ser conscientes de nuestro mismo cuerpo que es arte y parte de la rebelión misma de examinar y releer lo que a ojos de indiferencia son el de escapar y volver, el de deshacernos y significar lo absurdo, lo absurdo de nuestras frustraciones como así se muestra en Calígula, el de persuadir aquellas fuerzas y como en a Puerta cerrada dejar aquellos formalismos. Lo que me queda de la rebelión es la de ser múltiple y el de no solo ser el espectador sino también ser la forma misma que es la tragedia y el arte en la vida en el tiempo y en el espacio.
ResponderEliminarEl hombre expresa rebelión en el sentido que sus derechos fundamentales son sesgados o violentados, esta expresión implica que toda rebelión este por encima de diferentes aspectos como lo son sociales, donde se restringe al individuo por ciertas normas impuestas por individuos o instituciones arraigadas al esquema político o estatal del individuo. Otro aspecto sería la ideología propia del individuo ante otras en pro o en contra de estas, sin esquema alguno; simplemente expuestas como una necesidad al cambio o al continuo enmarcado en intereses particulares o comunes. Un aspecto fundamental como la vida por el cual la rebelión pasa por encima de esta intrínsecamente asociada a la necesidad de hacer respetar sus derechos y de no ser humillado.
ResponderEliminarCamus al evocar la frase ‘todo movimiento de rebelión invoca tácitamente un valor’, seguramente se pueden inferir el respeto a la dignidad y el autoestima del individuo estimulando una conciencia asociada a la rebelión, la cual lo identifica hasta su última perdida, donde la única solución a esa rebeldía obstruida, será la muerte misma.
La rebelión no expresa egoísmo tanto que esta surge de la opresión y la mentira como lo dice Camus debido a que puede presentarse como repulsión a actos deplorables hacia otros o hacia el mismo rebelde por individuos de superioridad jerárquica, los cuales comparten una comunidad natural. Esta no se encuentra asociada al resentimiento como lo expresa Scheler, porque esta sugiere el respeto a lo que él y su colectivo es y a no ser sometidos a humillaciones, soportando el dolor para él y su colectivo de tal forma que sus integridades sean respetadas. ‘la rebelión es profundamente positiva, pues revela lo que hay que defender siempre en el hombre’
La rebelión del artista contra lo real y entonces se hace sospechosa la revolución totalitaria, contiene la misma afirmación que la rebelión espontánea del oprimido. Es innegable que la literatura en sí misma es una rama del arte, con espíritu revolucionario donde cada escritor es atraído por la perfección de un mundo creado por él, totalmente disímil a la realidad o al contexto en el cual se desarrolla o se haya desarrollado. Otros son atraídos por la verdad oculta en personajes los cuales plasman una realidad análoga de sufrimiento u opresión a la realidad del autor, donde la divulgación de injusticias es aferrada por ese espíritu de rebeldía, el cual puede ser transmitido u obsequiado a generaciones posteriores indicando la sublevación y justificación de esta.
La rebelión empieza cuando se quiere hallar la razón en algún acontecimiento aunque la de una persona no sea la misma de otra, es allí donde se empieza con la rebeldía del que esta bajo el yugo de un ente mayor a el, el esclavo así sea de pensamiento por no entrar en alguna clase de controversia trata de guardar silencio y no hace valer los derechos .
ResponderEliminarlo que se atribuye a un hombre rebelde es el coraje para decir u opinar en cualquier cosa la cual no apruebe, en cada una de las obras como "el rinoceronte" o "a puerta cerrada" se encamina una rebelión que ofrece el valor sobre el desconocimiento y la forma de pensar. se toma conciencia de si ser igual a los demás o tomar su propio camino, en el acto de rebelión se implanta aun parámetro del todo o nada así se tenga ya establecido que con ello permanezcan solo y apartados de una civilización de no los reconozca como parte de ella.
empieza la individualidad de sujeto como forma de cambio el que esta o no con la masa el que quiere o no seguir su ideología o la de otra persona sin protestar ni referirse de forma negativa a esa lógica establecida, aunque se lleve a cabo en algunas personas que se piense de la misma forma allí ya no se habla de solo en sujeto en cuestión sino que al lado de el se encuentra otra persona con un pensamiento igual pero que maneje de manera distinta el cambio a través de dicha rebelión.
cuando no se tiene ninguna salida y la rebelión no este sujeta a cambios el único camino a tomar y lo que se debe esperar es el valor de un grupo colectivo de personas o un sujeto el cual no se sienta intimidado por algún yugo en su camino y que quiera un cambio.
Una interesante conexión que se encuentra en el texto de Camus (1951) sobre la rebeldía y su papel en las sociedades modernas es esa en la que sólo es posible ser rebelde en el mundo des-divinizado. La importancia, pues, de la muerte de dios como punto de ruptura histórico radica en ese efecto indirecto que conduce a hombres y mujeres a ser únicos partícipes en la elaboración de su propio destino, producto esto de la negación de cualquier paraíso supramundano y así mismo toda idea de salvación. Sólo se es rebelde sobre el cadáver de dios. Luego, el problema que se plantea aquí es sobre el sentido de la existencia, sobre el porqué vivir; problema que se resuelve en la rebelión.
ResponderEliminarDe acuerdo con la descripción hecha por Camus sobre el hombre en rebeldía, éste deposita en su accionar algún valor y se disuelve a sí mismo en la colectividad de la humanidad, haciéndose mártir de alguna causa que atañe a un estado original del hombre, es decir, a un ser que es negado por la fuerza. En este sentido, el hombre rebelde no es el individuo, pues se plantea a sí mismo como el rostro de una fuerza humana más grande que reclama un valor, un derecho a ser. Esta idea anterior es importante, puesto que reafirma la condición del artista, del estudiante y cualquier individuo que se declare disidente, como hijos de su tiempo y sujetos dentro de una formación histórica que se embarcan en una contienda contra ésta misma, en un esfuerzo por desdibujarla y rehacer la realidad, algo como la lectura del pintor o el escritor, y ese es tal vez el sentido artístico de la rebelión. De este modo, crear arte y rebelarse son acciones análogas que dotan de sentido la vida de los hombres, reemplazando el valor de la salvación por el de la justicia allí donde, como el mismo Camus dice, la desigualdad es tangible, es real.
La justicia es, entonces, una suerte de paraíso en la tierra. Esto explica de alguna manera que la imagen del rebelde sea la del mesías y la del mártir, y que así mismo las imágenes fantásticas de la literatura sean reflejo de lugares otros posibles o retratos críticos que denuncian los principales problemas de la realidad que de una u otra forma hacen mención indirecta a la idea de reconstruirla. Reconstruir la realidad es el sentido que otorga la rebelión a la vida del rebelde: reconstruir las formas del poder, la cultura, el lenguaje; el arte, por su parte, es medio y producto de esta misma necesidad humana.
Karen Rojas Fajardo
La rebelión como búsqueda de la verdad..! La capacidad que tiene el hombre para crear su propio mundo ya que no encaja en lo establecido, en lo que los otros hombres han dicho y han sentado como verdades , verdades que son la forma correcta de actuar y ser en el !mundo!. La rebelión que tiene que recorrer en muchos casos caminos de sufrimiento y desprecio por no conducir en el camino que otros quieren , pero que al final logra la gran recompensa de la libertad....!
ResponderEliminarEn Calígula de Albert Camus la rebeldía adopta un tinte de locura. Calígula sitúa en una balanza el afán del dinero y la vida humana de modo que el tener poder le otorga la opción de insubordinarse ante lo establecido y ser un hombre libre sin importar la vida de sus súbditos. Para Calígula el dinero banal está en el mismo nivel que la vida igual de insignificante.
ResponderEliminarLa rebeldía y la crisis psicológica en Calígula sobrepasan la ambición por conseguir sus propósitos. Calígula es un hombre con pretensiones de Adonis que inspira temor de allí que “es mejor ser temido antes que odiado”
El punto de partida de la rebeldía deviene del amor y la muerte consumada. Si el hombre no es feliz a razón de la muerte ¿Por qué vivir esperando morir?
Por otro lado, Calígula se rebela contra sí mismo y contra su destino de modo que antes de destruir a sus futuros asesinos busca destruirse a sí mismo en miras de alentar su muerte. En ese sentido, Calígula desafía las leyes de la vida y del fin, de la naturaleza y los designios.
Una obra como Calígula de Camus permite cuestionarse frente a esa negación de lo establecido, al renunciamiento de la concepción de la vida y la muerte como medio y a su vez como fin.
"Cogito ergo sum" (Descartes)
ResponderEliminarEn Albert Camus, novelista y ensayista francés la consigna será "Yo me rebelo, luego nosotros somos" en torno al ejercicio de rebeldía en pro de una colectividad en la cuál todos los seres humanos están inmersos por la Interrogación constante sobre los episodios de la vida, que será sinónimo de rebeldía según Camus y una dimensión esencial del hombre, constituyendole como rebelde en algún momento de su vida.
Implica además una conciencia sobre sí mismo siendo "La rebelión, el acto del hombre informado que posee la conciencia de sus derechos". Es por esta concecpción, que podríamos aseverar que no todo acto de rebeldía- entendido de manera coloquial como una resistencia o un comportamiento que desafía ciertas obligaciones- implica Rebelión, pues éste se entiende más allá de la Rebeldía superficial del hombre o del develamiento ante ciertas normas, será la conciencia sobre la existencia de sí y de los otros, desencadenada principalmente por la religión y la necesidad de reivinidicar un orden humano que permita vislumbrar las vendas que tenemos los seres humanos y el seguimiento hacía cualquier patrón impuesto en la sociedad.
Es claro, que al hacer un tratado sobre El Hombre Rebelde, ser rebelde no implica una tarea sencilla, implica pensar, resistirse, interrogarse y en algunos casos, luchar po ciertos ideales que el hombre debe cumplir. Podría señalar que el postulado del Hombre rebelde no es un querer, sino un deber con la sociedad y un espirítu de lucha que nada tiene que ver con la sublevación.
Llama la atención que en Albert Camus y en su obra El Extranjero el tema en cuestión es también lo absurdo de la realidad y su cuestionamiento a su entorno, que aunque en ésta última obra se representa mediante la indiferencia por lo absurda que le parece, se analiza en este autor la posición del ser humano frente a su realidad misma.
COMENTARIO EL HOMBRE REBELDE
PAULA ANDREA ROJAS-20122160019
SEMINARIO DE LITERATURA UNIVERSAL
Con Calígula de Albert Camus, observamos que el mismo César o Calígula es lo que sería el hombre rebelde moderno de hoy. Este personaje histórico, que trae Camus en su obra, es un símbolo de la rebeldía que va contra el poder, la comodidad del pensamiento, la sociedad y contra la vida misma. Por ejemplo, en la misma obra de teatro los personajes lo entendían a él como una forma de pensamiento despreciable.
ResponderEliminarContra el poder, denotamos en Calígula que el hombre rebelde no se llena con en el poder público o el de las relaciones humanas. El poder es insignificante para lo que cuesta el sentimiento trágico de la vida. Con el poder económico es la misma relación, el hombre teniendo menos o teniendo más, no logra llenar el sentido de la vida.
Contra la comodidad del pensamiento, con respecto a ese punto observamos que Calígula se opone al pensamiento de la gente. Recordemos que la gente buscaba no preocuparse, buscar la felicidad que les impide el pensamiento. Con el personaje principal vemos que el pensamiento era falso, que la gente vivía en falso.
Contra la sociedad, porque Calígula seguía las lógicas de los otros considerando que la vida no se llenaban con los deseos de los otros y de él mismo. Para el hombre moderno no importa si siguen una lógica u otra, porque es no es más fuerte que la insignificancia con la que se encuentra en el mundo.
Por último, contra la vida misma porque ya el hombre no busca la felicidad, Dios o el amor. Mejor busca la muerte, que puede ser el silencio del cuestionamiento de la vida. Pero, también, puede ser la búsqueda de la libertad en el pensamiento, que es opuesto a la aspiración de valores. Estas últimas antes impiden la libertad de pensamiento y no dejan que el hombre descubriera su insignificancia frente al universo.
Javier Enrique Daza Vargas - 20122160032
En Esperando a Godot, obra de Beckett, la vida moderna es una desgracia. Lo primero es la representación de los pobres y del burgués. El poder que tiene la burguesía es en demasía hasta que lo humano desaparece de su mundo. En esa medida, también todo está en el control del poder económica: el arte y el pensamiento.
ResponderEliminarEl arte, por ejemplo, en este caso es controlado por la burguesía que puede llegar a deplorarlo. Cuando Pozzo dice: “En otro tiempo bailaba la farándola, la almea, el bamboleo, la giga, el fandango e incluso el hornpipe. Saltaba. Ahora ya sólo hace eso. ¿Saben cuál es su nombre?” A comparación con la obra de Calígula, donde el arte es una rebelión o una inspiración para la vida.
El pensamiento de los hombres, en Esperando a Godot, lo evidenciamos con cierta desconfianza a la razón. Allí antes lo que rodea al ser humano es el sin sentido o no saber qué hacer con ella. Le da temor escuchar lo que dice la ciencia, porque no llena de significado al hombre.
Javier Enrique Daza Vargas - 20122160032
La vida del ser humano está vinculada a pasiones que se originan en nuestro ser, las cuales revelan nuestra voluntad, como el derecho a privar la vida del otro, la moral colectiva e individual y el derecho a revelarle a los demás hombres su condición lamentable en este mundo, una condición proporcionada por el poder y el deseo, los cuales no son adquiridos a todos los hombres y son aspectos por los cuales muy pocos son los que adquieren su libertad, por tanto en las distintas percepciones de rebeldía que nos brinda las obras Calígula y el Malentendido de Camus, por una parte se evidencia el poder de un tirano cruel y despiadado quien cree que transformando las reglas establecidas y asesinando a los demás logrará reafirmar su libertad sin límites, a la que aspira para rebelarse contra el carácter absurdo de la condición humana y por otro lado nos acontece la muerte de Jan, la cual es propiciada por Marta (hermana) y por su madre, por tanto en las dos obras nos acontece el amor, la traición, la desesperación, la venganza y la muerte, pasiones que revelan nuestra condición humana y de las cuales se puede ser consciente pero por ello no se puede ser indiferente ante cualquier situación que se nos presente y que nos lleve a mostrar lo más indeseable como seres humanos, sin embargo esta rebeldía esta propiciada por un malestar moral y físico que proviene de la incapacidad para comprender el mundo que nos rodea y en donde lo absurdo se ve representado en la existencia de un vacío entre nuestra subjetividad y la del otro, en el reconocimiento del paso del tiempo y en nuestra consciencia por el temor a la muerte, por ello se evidencia temas como la falta de afecto, el suicidio, el odio y la culpabilidad.
ResponderEliminarMonica Alexandra Rodriguez - 20122160122
El teatro moderno es el de la modernidad, el del empleo de la razón, pero también es el del cuestionamiento de la razón.
ResponderEliminarCalígula es una Crítica a las dictaduras que emergen en Europa y América a mediados del siglo XX (Franco, Mussolini, Hitler, los dictadores latinoamericanos, etc.). No es una crítica a los dioses sino a la locura del poder -que hacer creer a los gobernantes que son dioses. Por eso es rebelión esa obra, porque señala que la razón también tiene sus riesgos y hay que ser cautelosos cuando se trata de las razones del poder. La rebelión también está en cuestionar la razón misma, mas cuando el uso de la razón resulta ser totalizadora e incuestionable, tal como los designios, que desde su libertad, Calígula imponía a su pueblo.
Calígula, puede también, desde otra perspectiva, según la lógica de la razón, ser visto como un ser irracional, que actúa desde lo que para él, en tanto que irracional, es libertad; en este sentido ¿se puede ser libre siendo irracional? ¿Puede haber arte desde lo irracional, y que contenga al mismo tiempo rebelión? ¿Está el arte totalizado por la razón? En el teatro moderno, Camus pensó, de pronto, que la posesión de poder por inmenso que sea, no proporciona la ciencia de utilizarlo, Calígula es el claro ejemplo.
La crítica, es un acto de libertad, por lo tanto de rebelión. Es la misma línea que siguieron los escritores del boom latinoamericano: Carpentier (el reino de este mundo), Asturias (señor presidente), Vargas Llosa, García Márquez (el otoño del patriarca) escribieron novelas sobre el mismo asunto. Nuestra incapacidad para ver el tema real nos llevo a creer que la crítica era una sacralización. Y los políticos se inventaron, que en Latinoamérica era realismo mágico, para no aceptar que la novela latinoamericana era una crítica a ellos y a su locura de poder y su falta de razón El Calígula de Camus también tendrá mucho que decir a las generaciones de los siglos venideros porque la locura del poder no va a desaparecer....!
ELKIN ANDRES CRISTANCHO
20122160109
Sí bien como señala Camus la rebelión está cercana a la solidaridad, es decir, rechaza la opresión propia y la opresión que sufren los otros, en ese orden de ideas podemos decir que Antigona es una verdadera rebelde, puesto que rechaza desde el primer momento la imposición de Creonte de no darle sepultura a su hermano. Antigona se solidariza con el muerto y se rebela ante la humillación que significa tal prohibición, y aunque se pueda reconocer la rebeldía como un rasgo moderno fuera del contexto divino, donde ya solo está el hombre mirándose, solo en la existencia, reflexionando acerca de su papel individual en este mundo. No podemos desconocer en Antigona ya unos rasgos de rebeldía acerca del rechazo a una sociedad que atenta contra sus principios morales y que le hace defenderlos de ser necesario con su propia vida. Se plantea así el problema del sentido y el sin sentido de la vida. La pregunta ¿Vivir en estas condiciones para qué ? ¿Vale la pena vivir así?
ResponderEliminarEsa pregunta me lleva a pensar a Caligula, éste personaje de la vida real que Camus retrata maravillosamente en ésta obra de teatro. Caligula a perdido el sentido de la vida, rechaza la vida tal cuál la ha conocido: " Sentí en mí de pronto una necesidad de imposible. (Pausa.) Las cosas tal como son, no me parecen satisfactorias".(p. 7). sin embargo en esa "necesidad de imposible" sigue buscando desesperadamente un sentido a su vida, ve en el poder la oportunidad de hacer lo imposible, de salir de lo establecido y de todo lo que ha conocido, de transfigurar la vida: "¡Ah, hijos míos! Acabo de comprender por fin la utilidad del poder. Da oportunidades a lo imposible. Hoy, y en los tiempos venideros, mi libertad no tendrá fronteras." (p. 10). A través de complacer todos los caprichos de su mente, de su tiranía, que se va tornando cada vez más definitiva en locura; Caligula busca también trascender, busca ganarle a ese fatal destino de ser mortal, a esa vida que es y luego se va, por eso decide convertirse en la "peste" de su tiempo, para así sobrevivir al olvido, a lo efímero de la vida. Pero a pesar de no tener ningún tipo de restricción en su accionar, ufanandose de ser el único hombre libre Caligula no consigue nunca estar tranquilo, satisfecho con su vida, no logra hasta su muerte encontrar un verdadero sentido.
Por un último queda una anotación acerca de la relación universal del poder y la locura. Caligula, Macbeth, y Creonte son claro ejemplo de como el poder lleva a la misma perdición.
“¿Qué es la rebeldía? Es un sentimiento casi intuitivo, es una vivencia, es también una actitud, que en cierto modo es connatural al hombre, es la expresión del malestar y la disconformidad que el hombre siente hacia la realidad, es el fundamento de un impulso que en diversas épocas y diversas formas ha llegado al hombre a la tarea de transformar esa realidad”. (P.132)
ResponderEliminarEn este orden de ideas, El Rinoceronte, es una obra de rebeldía, principalmente por su personaje Berenger un hombre común y sencillo, a menudo desdeñado y criticado por su adicción al alcohol, resulta ser el único humano que no desarrolla la metamorfosis, o mejor aún, no se acoge al conformismo, ni quiere uniformar su pensamiento, como sí lo hacen lo demás habitantes de la pequeña ciudad de Francia.
Respecto a lo anterior Ernesto Caballero, en una declaración a la prensa da a conocer lo siguiente sobre la obra “El Rinoceronte”. “En el fondo, el conflicto que muestra es el de la conciencia individual frente a los proyectos o inercias colectivas”, que “nos alerta del peligro de que la manada pueda disolver la personalidad. Esa conciencia individual es la que representa Berenguer, un tipo normal en el sentido de que, como el común de los mortales, no es un dechado de virtudes. Nunca nos sería mostrado como un ejemplo a seguir. Tampoco es un ser ambicioso ni comprometido con causa alguna, pero basta que vea como todos, a su alrededor, se convierten en masa irracional para que manifieste su voluntad de no integrarse en ella. Aunque no tiene madera de héroe, su resistencia a animalizarse saca a relucir una cualidad que ignoraba poseer: la rebeldía.”
El valor que manifiesta Camus en su texto” El Hombre Rebelde” plantea como posible base de la vida, es la vida misma entendida como rebeldía, como inconformismos, como un decir no. Será este un decir no, positivo, fructuoso y con base a él se valoriza la existencia, ya que hay algo por hacer, algo contra que luchar. Y ese algo por hacer y porque luchar, es el que detuvo Berenger, en no convertirse en masa irracional. Como lo argumenta Caballero.
Bibliografía
-“Notas sobre El Hombre Rebelde de Albert Camus” (fuente;
https://minerva.usc.es/bitstream/10347/867/1/pg_130-141_agora2.pdf )
Ángela Mendieta
CÓD: 2012216012
¿Qué caracteriza al hombre rebelde? El hombre rebelde es aquel que asume verdaderamente su condición personal y combate para despertar y ayudar a despertar a los otros. Es por ello que la rebeldía a de originarse en lo que camus denomina el absurdo, un combate entre la nostalgia humana y lo racional. Considerando la rebelión, que no es una reacción mecánica sino un actuar consiente que mantiene el momento inicial revelador, la conciencia de la inutilidad de la vida. Por lo tanto el absurdo se convierte de este modo en el móvil de la actuación del hombre. La rebelión nace del espectáculo de la pasión de una existencia injusta e incomprensible. Su preocupación consiste en transformar. Es por ello que la rebelión siempre va acompañada de la sensación de tener uno mismo la razón. El rebelde es decir el que se vuelve contra algo de repente le hace frente a la situación “todo valor no implica la rebelión pero todo movimiento de rebelión invoca tácitamente un valor”(p18).
ResponderEliminarEs la rebelión el momento en que el hombre rechaza la orden humillante de su superior, ese mismo momento en que rechaza la condición de ser esclavo. El movimiento rebelde lo lleva mas allá de donde estaba de la simple negación. Esa parte de si mismo que quiere hacer respetar poniéndola por encima de los demás y proclamándola preferible a todo, incluso a la vida. Convirtiéndose entonces para el, el bien supremo “la conciencia nace con la rebelión”(pag18). Por ello la afirmación en vuelta en todo acto de rebeldía se extiende a algo que sobrepasa al individuo en la medida que lo saca de la soledad supuesta, proporcionándole su razón de obrar.
Todo rebelde no encaja en el molde, ven las cosas de otra manera. Cambian cosas. Obligan a los humanos a avanzar… y mientras algunos los ven como locos otros los valoran como genios. Uno no siempre hace lo quiere pero tiene el derecho de hacer lo que no quiere.