miércoles, 8 de junio de 2016

El universo cerrado del teatro moderno: A puerta cerrada

Pienso al leer A puerta cerrada, de Jean Paul Sartre (1944) en la manera como esta obra conversa con el teatro clásico. En el teatro griego, el escenario, en una obra como Edipo Rey o en Antígona, era un templo, el ágora, un palacio. Las estatuas que precedían la escena (toda la zona del proscenio) eran las efigies de las deidades tutelares. En ese teatro, se ponía en escena un acontecimiento extraordinario y en lenguaje sublime; los dioses marcaban los límites de los actos humanos. 



En la obra de Sartre desaparece este escenario abierto. Dice muy claramente el filósofo dramaturgo: todo se reduce a un salón Segundo Imperio, a tres sillones ostentosos de colores chillones; a una chimenea con decorados, una sala alfombrada, unas cortinas y al fondo un busto. Pero de este busto sabemos muy poco a lo largo de la obra: su única función es el silencio. En las obras griegas, gracias al Deus ex machina o a una suerte de teofanía, los dioses intervienen, salvan, guían a los hombres. En el mundo de Sartre, en A puerta cerrada (Huis clos), no hay dioses, no hay ni siquiera deidades infernales. 



Ese cuarto Segundo Imperio, insisto, habla de la promiscuidad del mundo moderno, del gusto vulgar. Ahora bien, puede que los muebles que menciona Sartre sean ampulosos, pero son solo eso: ostentación, ampulosidad, lujo en un mundo carente de moral. El estilo Segundo Imperio, como lo señalan sus críticos, intenta imponer al mundo burgués un estilo aristocrático, un estilo que marcaba muy bien las diferencias entre los nuevos ricos, los banqueros, los nuevos dueños del mundo y las clases más pobres.



En el cuarto que presenta Sartre hay una única puerta, por la que entra y sale un mozo de hotel. No hay Carontes, no hay Hades, no hay Cancerbero, sino formalísimos mozos de hotel que se limitan a cumplir con su odiosa función sin arrojar pista alguna a los condenados. Y sin embargo la obra nos deja saber algo de lo que pasa al otro lado de esa puerta: innumerables salas y corredores, donde se repite la misma escena. Como en Kafka, este infierno se define por la monotonía. 


Uno de los artificios más interesantes de A puerta cerrada es el juego dramático que nos permite, al mismo tiempo que los personajes discuten, "ver", "presenciar", "evocar" lo que sucede en el mundo de los vivos. Mientras Garcin, Inés y Estelle evocan su existencia, asisten "imaginariamente" a lo que hacen sus deudos. 



L'enfer c'est les autres... “El infierno son los otros” queda claro para Garcin, Inés y Estelle, condenados a convivir entre cuatro paredes. Condenados a desnudarse espiritualmente, a revelar sus bajezas e iniquidades, a escarbar en su pasado de  cobardes, asesinos, suicidas, adúlteras, traidores políticos o misántropos. 



Entre Medea y Estelle se podrían establecer muchas relaciones (en relación con la maternidad, con el crimen); entre Garcin y Prometeo (dos héroes abatidos en un lucha contra la opresión y derrotados por sus propias debilidades); entre Antígona e Inés (que exhiben un mismo gesto de rebelión). Sin embargo entre los primeros y los segundos hay una diferencia insalvable, la que existe entre lo sacro y lo profano, entre lo épico y lo cotidiano, entre lo grandioso y lo sublime y lo que cae en lo prosaico y vulgar. 




Hay acaso un teatro más distante que este que nos ofrece Sartre del que presentaron los griegos en el siglo V a. C, que hicieron del teatro un ritual religioso, una fiesta pública. El teatro en Atenas se celebraba alrededor del thymele, el altar de Dionisio, e iba acompañado de los ditirambos dedicados a los dioses. En el teatro de Sartre los dioses se han retirado del mundo y no se necesitan más verdugos que los mismos hombres acosados por su miseria espiritual. 

30 comentarios:

  1. El mundo es un tipo de infierno y los hombres son sus demonios...!En Medea,podemos ignorar de cierta forma a los dioses, siendo los humanos los causantes de los mal es y trajedias que ellos mismos sufren, como lo interpreta sartre, siendo Medea un demonio por causar males y ejecutar venganza contra quien la ha ofendido sin medir ningún tipo de consecuencia ya que cual Madre seria capaz de matar a sus propios hijos?pero a la vez que es demonio es ángel ya que busca la justicia , por el mal que jasón le ha echo siendo este otro demonio por ser el primero en incumplir las leyes en este caso las de la familia, siendo así observamos como los propios humanos somos los causantes de nuestros propios
    Males y al querer remediarlos la cura resulta peor que la emfermedad....!

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. COMENTARIO SOBRE LA RELACIÒN ENTRE LA OBRA LITERARIA ANTÌGONA Y A PUERTA CERRADA.
    Diego Hernando Sánchez Bedoya
    Código: 20122160118
    Una relación de la cual quisiera mencionar entre las obras; Antígona y A puerta cerrada. Parte de la frase, “el inferno son los otros” ya que esta máxima sartreana, establece el límite, espacio y su vez el actor del dolor humano por el humano mismo. Situación que es vivida por Antígona a causa de las leyes impuestas por Creonte, independiente de la perspectiva de los dioses, en donde, la acción humana condena a la tortura y muerte, sin que sean los dioses quienes intervengan de manera directa en el decisión del sufrimiento humano, en este caso de Antígona. Elemento que no desaparece de la obra del filósofo francés. Son quienes se encuentran inmersos en el cuarto los que crean o generan ese infierno que esperaban ingresara por la puerta pero que nunca llego. Y es precisamente esa relación la que identifico de manera más pronta. El hombre, autor de su destino y de los otros que con el habitan la realidad. En Antígona, el hombre espera la salvación de los dioses y en A puerta cerrada, el amparo, seguridad y favor del otro que representa la cualidad de dios, que le juzga y condena desde la mirada. Mirada que está señalada tanto en Antígona por la sociedad que les aprueba o desaprueba, sin importar la opinión de los dioses todopoderosos. Y en A puerta cerrada, la mirada escrutadora del otro que en analogía con lo anterior, salva o culpa. Cuando Plauto en su obra Asinara dice; “Lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non novit. Lobo es el hombre para el hombre, y no hombre, cuando desconoce quién es el otro” Intenta describir la naturaleza egoísta del individuo que detalla los horrores de los que el hombre y la sociedad es capaz para consigo misma. Que es tema fundante en dos obras. En las cuales cambia el tiempo y el espacio, la cultura y los personajes, el idioma y sus perspectivas de lo divino y humano, pero en donde no cambian la naturaleza humana que se conserva idéntica a través del reflejo histórico que crea la literatura, desde lo antiguo a lo moderno.

    ResponderEliminar
  4. Existen vínculos claves entre la obra de Antígona y A puerta cerrada ya que en estas se evidencia patrones sociales como el determinismo de la culpabilidad, aspectos de la vanguardia, la muerte, una especie de esperanza, la incertidumbre, etc, claro está mejor vistas en cada uno de los personajes, como lo son Antígona e Inés siendo muy idealistas e inteligentes (rebelión), Garcin y Prometeo dos simples héroes derrotados por su cobardía y Estelle un simple sujeto que por su crimen infantil no pudo vivir su vida como lo anhelaba tanto.
    Estos aspectos propios de la sociedad conllevan a pensar en distintas cuestiones únicas e inigualables de los seres humanos, como principal aspecto es el reflejo de la angustia y la autenticidad (Ines) donde se descifra un completo desamparo, una irreductibilidad, una elección de lo que se es y un poder absoluto sobre sí mismo, continuamente se observa una definición clave de la existencia (Garcin) vista como un sendero que construye sí mismo, de igual manera un conflicto con el entorno donde se cruzan puntos de vista, con el otro donde existe un enfrentamiento y consigo mismo donde se disputa internamente entre lo bueno y lo malo, lo razonable y emocional, etc.
    Hablando desde Antígona se puede evidenciar asuntos congruentes y diferenciales con la obra A puerta cerrada ya que existen nexos en aspectos como las leyes humanas, muerte, capacidad de elección y poder pero una diferenciación con las leyes divinas en donde en una es primordial y en otra escasa o mejor inexistente, en Antígona se observa una elección de la muerte frente a la vida obedeciendo a una ley divina y oposición súbita frente a una ley humana.
    En conclusión se demuestra que el hombre es capaz de escribir su propio destino, elegir como vivir y morir, pero sobre todo como actuar de igual manera nos proyecta una imagen clara de las miserias y grandezas de la sociedad.

    ResponderEliminar
  5. En relación a Medea se pone en escena la tragedia marcada por el compás de la búsqueda y la aventura de aquel destino, por el cual los limites humanos juegan un papel importante elevando las fluctuaciones en que los personajes entran en contradicción con sus emociones en donde la mano de los dioses como en a puerta Cerrada de Sartre que “ No hay Carontes, no hay Hades, no hay Cancerbero, sino formalísimos, evidencian las pasiones por las que el espíritu es guiado por el mismo accionar y que conllevan a que esta tragedia sea marcada por el engaño y la desventura dando paso a la significación de lo místico y las fuerzas que brotan cuando se lleva al límite el poder y el orgullo llevando el accionar a la fatalidad y a la catástrofe. Y es así como Medea de Eurípides nos presenta una búsqueda del destino que termina siendo cruel y fallido, por la perdida y la sed que embriaga al corazón cuando se es despojado y traicionado por lo que se confía, la entrega y el destierro, nos presentan a una Medea mística ansiosa, nerviosa e inestable que se entrega sin importar a sus convicciones que es dulce y persuasiva que nos deja entrever la tragedia clásica griega como una estrategia que guiada por el impulso puede dar como resultado la muerte como un símbolo fallido del héroe, del peligro de la expedición de la vida cuando se es movido por una pasión de venganza.

    ResponderEliminar
  6. Medea de Eurípides con A puerta Cerrada de Sartre poseen una cierta relación con elementos como la muerte, la condena e incluso el deseo y el infierno. En primer lugar, en la obra de Eurípides observamos la disputa naciente entre Medea (esposa legítima de Jasón), Jasón y Glauce (hija del rey Creonte y prometida de Jasón). De esta disputa deviene la sed de venganza de Medea que sin importar el designio de los dioses prefiere dar muerte a su contrincante que ha destruido su matrimonio y en consecuencia, dar muerte a sus hijos a fin de contemplar la destrucción de su familia y su propia vida; ello en contraste con A puerta Cerrada donde la muerte no es el medio y el fin como en Medea sino la protagonista. La muerte es el común denominador en los tres personajes que se encuentran en el salón Segundo Imperio. Por razones específicas los tres personajes se encuentran en el mismo lugar conociendo al igual que Medea la premisa de “a toda acción, una consecuencia”.

    Por otro lado, en Medea existen los dioses mediadores que tienen en sus manos el destino de los hombres, aspecto que no existe en A puerta cerrada donde el hombre es portador de su propio destino; de allí que tanto en Medea como en A puerta Cerrada el destino actúe como impulso a la acción por un lado y condena por otro, condena que a su vez genera cierto temor. En Medea este último es sublevado por la superioridad de los dioses, en A puerta Cerrada el temor está en equivalencia con el hombre mismo.

    Ahora bien, no hay que dejar de lado la cuestión del deseo humano. Si bien Jasón en Medea huye de su compromiso y es conducido a la infidelidad por el deseo hacia otra mujer, este deseo es consecuencia de sus actos aparentemente heroicos que hacen que el rey Creonte le ofrezca a Jasón la mano de su hija. En A puerta Cerrada el deseo es aún más mortal y trae entre sus manos el “pecado” de sentir atracción por el mismo sexo (caso de Inés).

    Estos aspectos se encuentran enmarcados en la condena. Medea está condenada a llevar a cuestas la muerte de sus hijos y su enemiga mientras que en A puerta Cerrada la condena se convierte en el ser humano pues el infierno no está allí materializado sino se halla en la presencia de los personajes en un mismo lugar.

    La pregunta sería entonces, ¿Independiente de sus acciones, puede el hombre liberarse de sus deseos y escapar de su destino?

    ResponderEliminar
  7. En la obra "a puerta cerrada" se abre un punto de vista de lo que seria el infierno los horrores de este y el sufrimiento que podría padecer una persona con sus errores, todo esto visto en una habitación la cual tiene la puerta cerrada para siempre sin posibilidad de poder salir de ese lugar.

    Si se hace una comparación con la obra "Antigona" se observa el concepto de observar la vida en el lugar del otro, por un lado antigona en su afán por dar sepultura a Polinices quien no ve de la misma forma la orden de Creonte al llamarlo traidor y por esta razón no darle ese privilegio de la sepultura, por otro lado aquel hombre y el par de mujeres que se encuentran encerrados en esta habitación se refleja el criterio de juzgarse a si mismo para poder observar los errores de los demás.

    Ver como mediante la mirada constante y sin el transcurrir del tiempo se sienten amenazados por el que dirá el otro "juzgar" sin decir una sola palabra, al convertir esa eternidad en un sufrimiento interminable pero no física sino mental, se puede observar con todo lo anterior que ellos eran su propio verdugo. Para una de las mujeres la cual mato a su propia hija se puede hacer una similitud a Medea la cual alejo de ella a sus hijos por sus inseguridades, hay que tener presente que en cada uno de los casos de esta obra se muestra la tragedia de la vida donde somos nuestros propios jueces y opinamos lo peor sobre nosotros mismos. La obra muestra un mundo abierto lleno de verdad e incertidumbre sobre lo desconocido donde se evidencia la debilidad humana por la culpa, la verdad y el juzgar.

    Para ninguno de estos personajes existe una salida como la salvación de ese infierno que crea cada uno en su mundo y su forma de ver la vida, ya sea en el pasado o presente las cosas referentes al ser humano son las mismas aunque con enfoques no tan certeros, aunque es claro que los pecados son los mismos y existe ese mismo nivel de malicia en el ser humano.

    por otro lado es pertinente resaltar que en la obra se habla de sillones muy iluminados, de una habitación donde no se encuentra nada ni siquiera un espejo en el cual reflejar el ser humano en el que se han convertido, solo existen esos ojos intimidantes donde por el temor de cada persona sienten que juzgan y son agresivos al momento de hacerlos, eso y lo que se conoce como el infierno en cada cultura y religión pasa a ser lo mismo.

    ResponderEliminar
  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  9. El orgullo,cinismo,rebeldía,y la ansiedad,son aspectos fuertes en estas obras a causa de las acciónes de los personajes sin importar que consecuencias sufran.En el caso de Antígona, que apesar de las advertencias del rey, no le importa y entierra a su hermano, la furia de Medea al saber que ya no era la única mujer, ya no importa nada y debe vengarse de quienes la irritan incluyendo a sus hijos,ella debe vencer sin importa qué, en cuanto a los personajes de "a puerta cerrada" ningúno de ellos se arrepentía de sus acciónes, como Garcín que no le importaba todo el daño hecho a su esposa, estelle, que tenía que deshacerse se su problema que era la niña, pero no consideraba que debía estar en ese cuarto, mientras que inés intentaba acercarse a estelle porque le recordaba a una chica que le era cercana, en cuanto al accidente del muchacho, no le daba tanta importancia como a su querida rubia. la Ansiedad de poder entender lo que va pasando en torno a ese cuarto, y cuando finalmente se da una posibilidad de salir, al estar satisfechos ante la posibilidad de liberarse, se quedan... la discusión se pone interesante, en fin ninguno parece apenado por lo que hizo en vida, sólo están pendientes sobre lo que pasa en el mundo de los vivos, de sentirse en un lugar, pero sabiendo que han muerto..su caracter no cambia, sigue cada uno en su posición, donde no hay lugar para la culpa sino para centrase y pensar, el porqué estan allí para finalmente, quedarse ahí y seguir discutiendo. Antígona sabía que tendría consecuencias pero de todas formas tenía el objetivo de honrrar a su hermano aun que esto finalmente la llevara a su muerte, y Medea como menioné anteriormente le ganaba el sentido de veganza que el maternal, llevando a la miseria a sus enemigos en especial a jason por herirla y ofenderla de semejante forma. En fin; estas obras muestran esos aspectos de deseo, de afrontar las consecuencias y de no dar un paso atrás a sus acciónes, pues no hay cabida para culparse ,sino de ganar un objetivo propuesto,o encontrar alguna respuesta...

    ResponderEliminar
  10. El filósofo de la náusea logra crear un círculo inevitable que retuerce el tiempo y agota la existencia. Todos sufren por no conseguir sus objetivos y caprichos, pero al mismo tiempo, todos sufren por no sentir su existencia.
    De esta manera se crea el infierno con los otros. El infierno comienza cuando se conoce al otro. La ambivalencia de la humanidad condena la humanidad, nada se puede esperar de nuestro semejante. Somos tan extraños para con los otros que nunca logramos ser comprendidos. Cuando se espera algo de nosotros terminamos haciendo lo contrario y, este hecho, lastimará a alguien más. Somos nuestra propia tumba de lamentos cuidada y regada por quien nos quiere y sufre, pero cavada por quien nos hace sufrir. Cada uno es el infierno del otro y la salvación al mismo tiempo.
    ¿Qué acaso esto no es una tragedia griega en dónde sea cual sea el camino siempre se sufrirá? Sartre logra traer la magnitud del teatro antiguo a una alcoba con su puerta en donde, los personajes, son un círculo vicioso de sufrimiento. En el transcurso de la obra la decisión esta sesgada, todo está establecido. Pero si de casualidad los personajes pudiesen desafiar la pluma de Sartre y tomar a voluntad otro camino no escrito por éste, no cambiaría en nada con respecto al sufrimiento, puesto que el escenario está condicionado para esto mismo. En él no hay tiempo, hay recuerdo y compañía desagradable y agradable al mismo tiempo, también hay visión al mundo abandonado. Este es un escenario proscrito a la tragedia.

    ResponderEliminar
  11. condenados todos los de "a puerta cerrada" a vivir en el infierno, donde a nosotros como lectores se nos sugiere que en realidad no había sido puestos por el "azar" como se pensaba sino que cada uno iba a ser la pena del otro, ya que Inés jamás iba a ser vista con ojos de amor por Estelle y a la vez esta iba a ser rechazada por Garcin y no iba a ser de vista pura por nadie más puesto que los otros dos sabían su pasado, y por último Garcin sería visto como un cobarde por el resto de sus existir por Inés, bastante inquietante me pareció las visiones que tenían de la vida en la tierra, aparentemente solamente podían ver sucesos terrestres cuando pensaban en ellos, y precisamente otra parte del castigo era que en el infierno el tiempo pasara más lento que en la tierra ya que se sentirían olvidados de inmediato, sin nadie que los recuerde en la tierra nos pone a pensar qué tan banal es nuestra vida y qué tanto nuestros actos nos podrán afectar en el más allá.

    Cuando se desnuda el alma frente al otro quedamos al descubierto, y nuestras virtudes y defectos quedan expuestos a la opinión del otro y ese es un camino para que empiecen las desgracias, porque dejas de usar la máscara que todos llevamos a diario, con la que enfrentamos al mundo, con la que nos hacemos sociables y queridos por los demás, y empiezan a ver ese lado oscuro que tienes, ese lado que sólo tú conoces y muchas veces no te enorgullece, entonces sin máscaras en el mundo qué nos queda? simplemente darnos cuenta que estamos tan solos como muchas veces nos sentimos y que el contacto con el otro en vez de darnos paz nos traerá más penas y tragedias, porque en vez de vernos como un par, nos ven como inferiores, a fin de cuentas ya saben todas nuestras flaquezas y se aprovecharán de ellas siempre.

    ResponderEliminar
  12. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  13. La tradición cultural nos ha mostrado el infierno como aquel sitio donde son condenadas las personas por sus pecados. En Sartre tenemos una concepción diferente, vemos el infierno como un espacio sencillo donde son reunidas tres personas con posibilidades casi nulas de contacto con el exterior. No hay un ente superior o un funcionario imparcial juzgando, son los mismos condenados encargados de escucharse sus vicios, revelarse las verdades e imponer la culpabilidad de los actos cometidos.
    Avanzando en la obra llegamos a la afirmación de Garcin diciendo que el infierno son los demás, no el azufre o la hoguera. Partiendo de este planteamiento es posible afirmar que el infierno está en cada persona, al intentar ocultar sus defectos y actos graves para no sufrir la indignación, el olvido, la ira o la justicia humana.
    Por otro lado, en las obras griegas, humanos y dioses se encuentran en contacto. Los seres superiores se encargan de aconsejar y castigar. Los humanos, débiles, son extremadamente pasionales y esto no les permite pensar en sus acciones, llenas de maldad.
    Creonte, llevado por sus ambiciones personales, termina destrozando a su familia. Medea, celosa, mata a sus hijos y al rey. La razón no actúa en estos personajes, al no estar presente domina la muerte. Medea sale libre de sus acciones pero Creonte, intentando realizar sus deseos es castigado por los dioses con la muerte de sus seres queridos.
    Finalmente, teniendo tanto la obra de Sartre (profundamente humana) como a las tragedias griegas (con intenciones míticas), vemos que el marco común es el de las acciones humanas: cada una tiene castigo u premio, que inevitablemente debe ser asumido.

    Mauricio Gaona.

    ResponderEliminar
  14. Sindy Andrea Lucía García Cuevas. Código: 20122160110.
    La idea del infierno suele ser representada por una gran cárcel en llamas, llena de demonios y bestias que torturan y afliccionan a las almas ignominiosas. Sin embargo, esta idealización se fractura al leer a Puerta cerrada. Pues sitúa el infierno de las almas y cuerpos inicuos no solo en un escenario diferente como lo es el Salón segundo Imperio sino porque representa la angustia de Inés, Garcin y Estelle por aparecer ante el mundo de los vivos como seres inexistentes; es entonces cuando la evocación se convierte en el único lazo de conexión entre el mundo de los vivos y de los muertos. La habitación parece estar detenida por el tiempo, el calor sofocante es una constante pero más que eso; Garcin afirma “Ya os acordaréis: el azufre, la hoguera, las parrillas... Qué tontería todo eso... ¿Para qué las parrillas? El infierno son los demás.”.
    Sin duda “el infierno son los otros” desnudarse al escuchar y volcar la mirada ante el otro no es nada fácil más cuando en dicho escenario la tortura es la palabra pues esta sirve para señalar y juzgar los actos del otro. ¿Y cómo no? Si el hombre es el sembrador de su senderos. Los sujetos que nos presenta Sartre no dejan de ser personas ensimismadas guiadas por lo deseos de saciar el placer a costa de la integridad del otro. Son en síntesis seres cobardes, egoístas, cínicos, orgullosos e incapaces de afligirse antes sus acciones. La máxima en consecuencia de lo dicho es el hombre como su propio dios; en el mundo moderno seres promiscuos y con una gran pobreza espiritual.
    En contraste con Antígona se presenta la tragedia entre el qué hacer ; si seguir los constructos sociales instaurados en este caso por el rey Creonte o seguir las leyes divinas, ética y moralemente correctas para dar santa sepultura a Polinice hijo de Edipo y hermano de Antígona. La rebelión parece ser la única opción para esta mujer que aun sabiendo que su final la conducirá a la misma muerte decide hacer caso omiso a las órdenes de este mandatario para seguir los designios de los dioses, la muerte finalmente de esta mujer a diferencia de A puerta cerrada simboliza el heroísmo y lo sublime. Por otra parte, el rey Creonte a pesar de arrepentirse de sus actos e intentar reparar su altanería e insolencia con los dioses; sufrió el infortunio de perder a toda su familia. Las divinidades en esta ocasión dirigen y conducen al hombre a su destino.
    En conclusión, el teatro griego (Antígona) con relación al teatro moderno (A puerta cerrada) presentan relaciones en común: la primera la idea de la muerte, en Antígona es el fin mismo en cambio en A puerta cerrada los muertos son los únicos protagonistas. Asimismo, la idea de que el infierno está presente en el otro, para Garcin lo representaba Estelle e Inés, para Antígona el Rey Creonte. En cuanto al perfil de los personajes encontramos el sentido de la rebelión entre Inés y Antígona.

    ResponderEliminar
  15. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  16. La existencia precede a la esencia es una de las premisas fundamentales de la filosofía de Sartre, y su demostración en esta obra es uno de los aspectos que también constituye un contraste con la tragedia griega. En las tragedias griegas el designio de los hombres dependía o bien de la obediencia a los dioses, “La prudencia es con mucho la primera fuente de ventura. No se debe ser impío con los dioses. Las palabras insolentes y altaneras las pagan con grandes infortunios los espíritus orgullosos, que no aprenden a tener juicio sino cuando llegan las tardías horas de la vejez.”(Antígona), o los sucesos de nuestra vida eran previstos por los dioses, y los hombres actúan ignorando sus designios, “Muchas cosas el Zeus del Olimpo gobierna; lo que cumplan los dioses prever no se puede. Lo esperado no dejan que llegue a su fin, consiguen que se haga real lo imposible. Así en esta historia ocurrió.. “(Medea); por el contrario en esta pieza de Sartre, las decisiones de los hombres forjan su destino, y así es que Garcin, Inés y Estelle se relacionan entre sí en razón de sus necesidades, de sus fortalezas y sus debilidades, y la trampa de la que habla Inés está construida con los actos que dieron significado a sus vidas. Pero además de que nuestros actos forjen nuestro destino, y no las deidades, también parece darle otro cariz, tal vez menos solemne a la existencia, e incluso a la eternidad, porque si bien nuestro infierno son los otros en este infierno no vemos al final de la obra al guerrero derrotado como a Jason en Medea, o al Creonte desolado por la muerte de su hijo como en Antígona, admitiendo su insolencia con los dioses, en el designio forjado por los hombres el infierno es también una comedia donde hay un absurdo intento de homicidio y un suicidio fallido en la eternidad.

    Lorena Murcia Mendoza 20102160065

    ResponderEliminar
  17. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar

  18. ¿Qué es el infierno? ¿Cómo sería si existe? ¿Será tal cual como lo ha concebido la iglesia católica o la imaginación de Dante?
    A lo largo de esta obra Sartre nos presenta un infierno muy apegado a su pensamiento existencial. Con un Karma o castigo donde no se emplea la tortura y demás puniciones, sino se utiliza una angustia interior producto del propio proceder.
    Creo que no necesito decirlo siquiera hoy en día pero la realidad es que para nosotros el purgatorio y el paraíso son un bodrio predecible esculpido en el cuadrado y mojigato mundo del oscurantismo; y el infierno es el que verdaderamente cautiva nuestra imaginación. Habiendo dibujado Sartre un averno simple y solitario al que no obstante, sentimos más cercanos a nosotros en calidad de imperfectos pecadores, con tres simples víctimas en cuyos dilemas nos podemos identificar mucho más que con los de aquellos esperando ir a la gloria. Sin embargo hay que ser justos y admitir que, a pesar de la radical diferencia en la maldad y angustia entre los tres personajes, el espectador no puede reconocerse en uno e ignorar los otros pues “a puerta cerrada” nos guste o no, es un testimonio veraz de cómo en occidente, la mirada del otro sobre nuestras acciones y la subsecuente dominación de ésta, nos define incluso más que nuestra opinión de sí mismos.

    Por otro lado Eurípides y Sófocles teniendo algunas diferencias en estilo y demás, no enfatizaban tanto en el complejo de culpa en sus personajes, más bien creería que sus actos, aunque trágicos, son realizados a conciencia y sufridos sabiendo sus dolientes consecuencias que en lo clásico son enfatizadas y advertidas por la figura del coro dentro de la tragedia. Puesto que se sabe que el coro es la voz ética del pueblo mientras que en Sartre son “pecadores” juzgando y soportando semejantes.


    Wilmer Martínez
    20122160020

    ResponderEliminar
  19. Hablando de la distancia abismal que existe entre la puesta en escena que exigía el teatro griego y la que propone Sartre en A PUERTA CERRADA se me ocurre que en cierta medida obedece a eso que Camus anunció como” la des-divinación” las grandes tragedias griegas fueron inspiradas por los dioses y como tal deberían estar a su altura: historias épicas pobladas de héroes y heroínas, representadas en teatros colosales; no era para menos. En cambio en nuestra época donde se cambiaron los papeles, ya no se le rinde culto a ningún súper ser imaginario; sino al hombre, si bien es cierto, elevado a su enésima potencia (para el bien y para el mal) era obvio que el escenario hasta cierto punto resulte ordinario, la actualidad no exige obras monumentales, un clic basta, una serie de fotos muy bien ensayadas y retocadas son lo único que se necesita para presentarnos ante el mundo. En la actualidad obedecemos a otras dinámicas y Sartre en cierta forma lo presintió y lo plasmo en su obra; el hombre ya no se preocupa por dejar un legado histórico, una huella de su paso por este mundo, ahora solo nos preocupa que nuestros iguales nos reconozcan, para confirmar nuestra existencia y al igual que los tres protagonistas de la historia no estar muertos. O por lo menos no del todo.

    ResponderEliminar
  20. Hablando de la distancia abismal que existe entre la puesta en escena que exigía el teatro griego y la que propone Sartre en A PUERTA CERRADA se me ocurre que en cierta medida obedece a eso que Camus anunció como” la des-divinación” las grandes tragedias griegas fueron inspiradas por los dioses y como tal deberían estar a su altura: historias épicas pobladas de héroes y heroínas, representadas en teatros colosales; no era para menos. En cambio en nuestra época donde se cambiaron los papeles, ya no se le rinde culto a ningún súper ser imaginario; sino al hombre, si bien es cierto, elevado a su enésima potencia (para el bien y para el mal) era obvio que el escenario hasta cierto punto resulte ordinario, la actualidad no exige obras monumentales, un clic basta, una serie de fotos muy bien ensayadas y retocadas son lo único que se necesita para presentarnos ante el mundo. En la actualidad obedecemos a otras dinámicas y Sartre en cierta forma lo presintió y lo plasmo en su obra; el hombre ya no se preocupa por dejar un legado histórico, una huella de su paso por este mundo, ahora solo nos preocupa que nuestros iguales nos reconozcan, para confirmar nuestra existencia y al igual que los tres protagonistas de la historia no estar muertos. O por lo menos no del todo.

    ResponderEliminar
  21. "El Infierno son los demás", señala Garcín con un tono de sátira al verse reducido a ser parte del Infierno en A Puerta Cerrada de Jean Paul Sartre.
    Tal vez es el reflejo del mismo en la mirada de los otros, al ver que los hechos terrenales que había cometido y habían perjudicado a los demás, ahora se reían de él mismo y le sonreía "El Karma" derivado de sus propios actos y de su epirítu heroíco que quería lucir. El personaje principal al igual que Estelle se vieron reducidos al Infierno y a aferrarse a la idea de no ser nada, de no saber siquiera qué era la realidad y qué su imaginación, ya no valían, no importaban sólo eran tres desconocidos vislumbrando su dolor, cómo los otros eran felices sin importar su presencia, no eran fantasmas, no eran nada... Tal vez un recuerdo que divagaba en ocasiones por la mente de sus seres queridos pero no eran nada más.
    Era tan díficil asumir que eran parte de una tragedia humana, y que aunque lucharan contra sus propios demonios o los demás terminarían siendo un cadáver más. Como Antígona que, con todo y su fuerte personalidad terminó vencida ¿Por su tío? No, por su propio desafío a la vida y la cobardía de suicidarse y huir de la vida terrenal; siendo el Infierno ´la parte menos esperada´donde reflejaran todo su dolor, sin cambios, con angustia constante, con sentimiento de sofoco constante de sí mismo y dónde todos sus demonios y sus vanalidades en la Tierra se burlarían una vez más de ellos.
    ¿Qué queda? El constante castigo para el tírano y no serán golpes o muerte en todos los casos como Antígona, será el sentimiento de culpa y miedo constante el que lo acompañe y lo lleve siempre a ser el protagonista de su propio infierno y su propio tírano ¿Pero quién es el tírano? Cada uno, reflejado en los otros.
    COMENTARIO A PUERTA CERRADA- ANTÍGONA
    PAULA ANDREA ROJAS
    SEMINARIO DE LITERATURA UNIVERSAL

    ResponderEliminar
  22. Respecto a la distinción que hay entre los escenario de teatro griego y teatro moderno.

    Sartre maneja los mismos imaginarios por los menos en dos de sus obras (A puerta Cerrada y La puta respetuosa) tanto a nivel de escenario como a nivel de crítica a sus personajes. En este sentido voy a hablar de los escenarios en Antígona y lo escenarios en las obras de Sartre.
    Tanto en La puta respetuosa como en A puerta cerrada el símbolo de la puerta se ve como salida a un lugar que tiene mucho más de lo que encierra esas cuatro paredes en las dos obras mientras que en Antigona se usa el palacio en toda sus extensión, el autor se remite a las habitaciones que es el lugar donde se encuentra a Eurídice muerta, por otra parte alude a los grandes salones para hablar de los encuentros entre Creonte y Antígona o entre Creonte y Tiresias. La obra se desarrolla en escenarios amplios que llevan a lugares mucho más amplios incluso el sepulcro al que es conducida Antigona y donde muere posteriormente Hemón es amplio. En la Puta respetuosa toda la historia se desarrolla en la habitación de la Lizzi, la protagonista allí llegan todos los personajes, nunca salen de las 4 paredes de la habitación los más cercano es el pasillo que queda dentro de mismo edificio, igual sucede en A puerta cerrada solo hay un cuatro donde sucede todo, allí están los personajes y se desarrolla la historia inclusive cuando Garcín exige salir no se atreve, es decir, no se cambia de espacio.

    La cuestión entre estos dos tipos de teatro es el espacio y como se remiten a las cuestiones morales del hombre por un lado Creonte con su soberbia la cual le sale cara en la que además intervienen deidades y cosas místicas representadas en Tiresias, mientras que en las obras de Sartre esta por una lado la critica al racismo y al estigma de porque es pobre o negro roba y mata mientras que si es blanco es una santo es el hombre manojo de virtudes o la mirada del otro, somos nuestros propios verdugos así que nuevamente se remite a los social y a los estigmas e ideales que se hace el hombre.



    ResponderEliminar
  23. La obra de Jean Paul Sartre es una representación de la vida moderna. Lo primero es que el infierno tiene pinta de un espacio cotidiano de un hotel. Sin embargo, dentro de la habitación encontramos que carece de objetos como el cepillo de dientes o el espejo, mientras si tiene una estatua y unos canapés. No existen los dioses en la vida moderna, pero si existe el sufrimiento y el verdugo.
    La vida moderna está representada en A Puerta Cerrada, donde vemos distintos ámbitos de ella. La primera es la importancia de la imagen para los hombres actuales. Garcin como los otros dos personajes se preocupan por lo que digan de él. El materialismo en el cual está inmersos también se evidencia.
    Las relaciones entre los hombres se vuelven caóticas. El verdugo termina siendo el vecino o él mismo con los otros. Las relaciones sociales se convierten al estilo de las dos segundas guerras mundiales. Asimismo, la sexualidad empieza a perder un orden definido.
    La habitación parece ser un lugar como la vida, porque los personajes no saben en algún momento la razón por las que están ahí, o, mejor, entiende el estar ahí como un castigo. Por eso hay veces quieren salir de ella. Los sujetos de hoy están sometidos a una vida moderna, basada en una visión materialismo, donde la vida está llena de monotonía y de un sentido transcendental de las cosas.
    A ese mundo moderno, se le hace un contraste con el mundo griego. Lo primero es que no hay dioses en el primero. Lo segundo es que eso trágico ya no es lo mismo. Lo trágico parece ser que se bajó del mundo mítico al mundo real.


    Javier Enrique Daza Vargas - 2012160032

    ResponderEliminar
  24. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  25. Me gustaría ampliar mi intervención pensando en las maneras en que toma forma la noción de lo trágico en esta relación planteada entre el teatro antiguo y moderno. Los invito a pensar en primer lugar en Antígona. Intentaré proponer un cuadro que simplifique las relaciones que podrían existir. Antígona es el héroe, que por una acción (desobediencia civil) es condenada a un destino trágico (la muerte). La pregunta es si en efecto lo trágico en Antígona es la muerte por desobedecer a Creonte y su orden de no enterrar a su hermano Polinices. Antígona no es la única que muere, sino Hemón y Eurícide (hijo y esposa de Creonte). En general, pareciera que la muerte si es lo trágico.
    Ahora bien, pensemos en el mito de Sísifo, el mismo esquema. Sísifo por la acción de intentar evadir la muerte es condenado a su destino: cargar una roca hasta la cima de una montaña, y que antes de llegar la piedra vuelve a rodar hacia abajo. En el mito se Sísifo aparece un nuevo elemento. Quizá lo trágico no es el destino (cargar la roca) sino la conciencia que Sísifo tiene de su destino.
    En ese sentido, apesar de todo, en el mundo antiguo lo trágico estaría relacionado fuertemente con el destino, y con la conciencia de él. Si queremos revisar la misma noción en el teatro moderno, tomaré por caso dos obras, una de Sarte y otra de Camus.
    En 'A Puerta Cerrada', de Garcín, Inés y Estelle conocemos primero su condena, y luego las acciones por las cuales fueron condenados. "El infierno son los otros", su castigo es el encierro con esos otros sujetos. Son conscientes rápidamente de su destino. Aún observan lo que pasa en el mundo de los vivos, y sus diálogos tienen el interés de buscar la razón de la condena de los otros. A lo que pretendo llegar, es que Sartre nos muestra un destino trágico que no es la muerte, como para los antiguos, sino aquello después de la muerte, que no es el Hades, sino los otros.
    En Calígula, Camus pone otros interesantes elementos de reflexión. "Los hombres mueren, y no son felices". Calígula presencia la muerte de su amada y hermana, y después de unos días de estar solo vuelve a ser el emperador de Roma, pero con unas nuevas "ideas", que terminan por hacer parecer su gobierno más a un lirismo inhumano o un poder asesino de la poesía. Calígula parece querer igualarse a los dioses. "Nadie comprende el destino, y por eso me erigí en destino". Si ama el poder, encuentra en los dioses una rivalidad irritante, por ello, la única manera de evitarlo es igualándose a su crueldad. Quiero cerrar con un fragmento de la obra, que considero pone la cuestión de cómo el teatro moderno puede pensar el teatro antiguo.
    "¡Es arte dramático! El error de todos esos hombres reside en no creer bastante en el teatro. Si no fuera por eso, sabrían que a todo hombre le está permitido representar las tragedias celestiales y convertirse en dios. Basta endurecer el corazón" (Camus)
    Dadeip Ramírez Melo
    20122160005

    ResponderEliminar
  26. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  27. En nuestra actualidad, el conflicto, nos lleva a reflexionar sobre las víctimas y victimarios. Pero no es el único lugar donde esta discusión aparece. También en la literatura emerge este tema. Tal es el caso de las obras Medea (tragedia de Eurípides) y A Puerta Cerrada (Jean-Paul Sartre 1944).

    Pero, ¿cómo abordar este tema en las dos obras literarias? en ambas obras se pueden encontrar, de manera aberrante para el lector, el crimen y las formas de concebirlo. Aunque son diferentes las formas en que se materializan estos asesinatos, la similitud se encuentra en que son convenciones de comportamiento femeninos que no son aceptados socialmente. Lo que nos lleva a pensar que hay una característica común a todos los personajes que encarnan el criminal.

    La imagen de la mujer en la realidad y las protagonistas de los dos textos, presentan diferentes cosmovisiones sobre sus rol femenino. En la realidad, las mujeres tienen un chip incorporado en sus mentes y corazones que les ordena ser amorosas, sensibles y débiles. Mientras, que en las dos obras analizadas, los personajes femeninos son egoístas, vengativas, y perversas. Por un lado, se encuentra Medea, la cual Eurípides presenta, sabiamente, como una mujer atormentada y con impulsos irracionales que colisionan con el mundo de la razón. Y en otra instancia, está Inés, una mujer (Lesbiana) que no siente culpa alguna sobre sus “malos” actos; y que además, considera que es “mala, porque necesita el sufrimiento de los demás para existir. Y por último se encuentra Estelle una joven egoísta, materialista y deshonesta.

    Estas formas de ser de las mujeres, en las obras literarias, las encamina a ser victimarias. En Estelle el egoísmo la llevó a acecinar a su hija. A Medea la venganza hizo que cometiera un acto criminal en contra de sus hijos y de la amante de sus cónyuge, por la infidelidad de su esposo. Por último, Inés, de manera perversa, se deshizo de su primo para quedarse con su esposa. Todos estos sentimientos llevaron a los personajes femeninos a ser crueles y despiadadas.
    Ángela Patricia Mendieta Briceño
    cód.20122160121

    ResponderEliminar
  28. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  29. Medea, Jasón, Glauce, Creonte. Los cuatro. Inés, Garcín, Estelle, el mozo. los cuatro. Eurípides y Sartre. Los dos. Todos.

    Suele uno buscar referencias que le permitan comprender de una u otra forma las relaciones que se construyen entre una obra por autores que parecen tan disímiles pero que quizás tengan mucho en común. Acercarse a 'Medea' es situarse en un plano clásico, mientras que Sartre se acerca más a lo contemporaneo y digo lo anterior previniendo que pueda estar equivocada. Sin embargo, ambas piezas teatrales a pesar de sus diferencia de estreno en décadas sigue tan vigente que logra apabullar el interior. Medea; una pieza que pone el borde el significado de la maternidad, de la familia nuclear, de las pulsiones, de los deseos, de los límites, del destino. No en vano, Corifeo le pregunta a Medea:

    ¡En qué loco remolino de males, Medea,
    los dioses enredaron tu viaje!

    Parece ser esta una alusión explicita de que las pulsiones, los deseos, los actos por están prefabricados, no en vano en 'a puerta cerrada' uno de los interrogantes iniciales es si se está en el infierno por azar o por alguna otra circunstancia; Garcín, replica que el azar es el encargado de poner a cada persona en el lugar indicado.

    Si el azar es el encargado de dirigir las vidas de cada uno de nosotros, de ¿qué manera se vive?, es más ¿para qué se vive entonces?

    Otro vórtice que aparece a la largo de ambas obras es la maldad ejecutada en manos femenindas: Medea e Inés se unen en este punto. Por su parte, Medea exclama:

    "Si a nosotras, las mujeres,
    la naturaleza nos ha hecho
    totalmente incapaces para el bien,
    para el mal no ha creado
    artistas más expertas."

    Mientras que Inés relata de manera sinuosa el dolor que imprimió en corazón ajeno:
    "Yo sí, yo soy mala; eso quiere decir que necesito el sufrimiento de los demás para existir. Soy como una antorcha: una antorcha en los corazones. En cuanto estoy sola me apago"

    Vasta preguntarse entonces, cómo se articula el destino con el accionar de nuetros pasos. Cómo es que parece que unos logran dar cuenta de su maldad sin tapujos y otros, por el contrario, se esconden en pieles más suaves. La Cólera violenta siempre se convierte en catástrofe. Y es ahí, cuando los caminos nos llevan a ese infierno que incluye al otro y a sus representaciones.

    Algo que me interesa resaltar, es el hecho de la representación. Tanto en Medea como en 'A puerta cerrada', existe un retrato del otro que se configura a través de la palabra, de los gestos, de los resquicios. Medea pide quedarse una noche más pero Creonte casi que de inmediato le dice que no, a pesar de escuchar dulzura en sus palabras des confía de Medea. A pesar de que cede, desconfía. Estelle usa a Inés como espejo pues requiere reconocer a pesar de estar en el infierno, quien es: "cuando no me veo tengo que palparme... me pregunto si existo verdaderamente"

    ¿Existimos por lo que somos?, ¿existimos por lo que vemos de nosotros? o ¿existimos por lo que ven de nosotros?
    Finalmente, Medea logra salvarse. Es como si atendiera años más tarde al llamado de Camus en 'el hombre rebelde' que implica un no. Medea alza una bandera de libertad: asciende en un mal mayor y absoluto que la exonera del mal patriarcal impuesto por Jasón que la sujeta a escenarios casi que juridicos con los que ella está en desacuerdo.

    Mientras tanto, Garcín, Inés, Estella y el mozo, siguen timbrando en una puerta que no abre y existiendo en un espacio que les recuerda su propia tortura, su reflejo y el reflejo creado por otros. Quizá también ellos hacen parte de Blak Swan.

    Viviana Santos Dimaté
    20122160084

    ResponderEliminar
  30. ¿Cómo ver A puerta cerrada hoy por hoy? Parece complicado pero ni tanto lo es. Retomemos un poco, los personajes se miran entre sí, parece que uno ejerce cierta influencia sobre el otro, ejercen tanta presión con solo la mirada que terminan siendo sus propios verdugos.

    Así es el mundo hoy por hoy, la mirada del otro es el infierno tanto así que la mirada del otro termina siendo importante. Gente que se acostumbró a vivir de perjuicios sociales, de cómo se ve y de cómo la ven de ahí que el mundo se haya vuelto un lugar de apariencias donde ocultamos nuestro propio ser por intentar parecernos a lo que nosotros esperamos que el otro crea que somos.

    ResponderEliminar